La personalidad está presente en todo momento, ya sea que estés realizando actividades en casa o que estés trabajando. Algunos estudios realizados por Hogan indican que aproximadamente el 80% de nuestro comportamiento se manifiesta de igual forma tanto en casa como en el trabajo. Posiblemente hayas identificado ciertos comportamientos que se repiten en los dos ambientes.
Para comprender mejor las dinámicas de la personalidad, lo que sucede es que, en la base de la expresión de la personalidad, se encuentra el condicionamiento que viene de las experiencias muy tempranas de la edad, de esas experiencias que se sembraron en tus valores, que provienen de tus creencias, de tus prioridades, de lo que te interesa. Y esos fundamentos son los que te hacen ver al mundo como lo ves ahora.
Piensa en alguna situación intensa que hayas vivido con otra persona, ya sea personal o laboral y reflexiona la forma en la que reaccionaste. ¿Qué tan consciente estabas de tus comportamientos? ¿estabas consciente también de las reacciones de las personas, o la persona, con la cual viviste esta situación? Cuando te das cuenta de que ambas personas están reaccionando ante una misma circunstancia, pero cada quien, conforme a su propia personalidad, y tienes la posibilidad de identificar lo que te está sucediendo, tienes el poder de auto administrarte y moderar tu comportamiento de una forma consciente.
Estar consciente de tu personalidad te permite saber las razones por las cuales haces lo que haces, la forma en la cual reaccionas ante las situaciones y también cómo eres percibido por las personas con las que interactúas. Conocerte de una forma científica te permite no solo saber tus reacciones, sino también administrar tus comportamientos de una forma estratégica que te ayudará a lograr los objetivos que te propones.
Cuando estás consciente de tus comportamientos, tienes la oportunidad de darte cuenta de los mecanismos que generan tus respuestas ante el ambiente o las circunstancias. Cuando conoces, por ejemplo, las reacciones negativas que tienes ante determinadas situaciones, te puedes das cuenta de que esas acciones no te llevarán al resultado que buscas y podrás comportarte de una forma distinta y racional para resolver la circunstancia.
En contraste, cuando no tienes esa conciencia, tus reacciones son automáticas y se muestran de manera inconsciente, protegiéndote de algo que posiblemente hayas aprendido cuando tenías 2 o 5 años de edad y que continúan siendo creencias o valores presentes, cuando en realidad ya no lo son.
Entre más consciente eres de tu propia personalidad, serás también más consciente de la personalidad de otras personas. Y esto es una pieza clave para tu desarrollo y para que logres los objetivos que te planteas y para que veas un ángulo distinto de las situaciones cotidianas y puedas mejorar tus relaciones y los resultados que requieres obtener con tu desempeño.
Si tienes interés en ser más consciente de tus rasgos de personalidad, comunícate con nosotros para acompañarte en tu mundo interior y las implicaciones que tiene cuando te relacionas con otros tanto en casa como en el trabajo.