Tomar la iniciativa se refiera a tomar acción sin necesitar la dirección de otros. ¿A quién no le gustaría tener la libertad de tomar acciones por su cuenta? Sin embargo, tomar la iniciativa significa salir de la zona de confort y para algunas personas esto puede ser amenazante. Ya sea porque les puede generar miedo a fracasar o vergüenza por no ser lo suficientemente capaces para lograr lo que se proponen.
Las distintas reacciones están ligadas a la personalidad de cada individuo, a sus experiencias previas y al significado que le damos a esas experiencias. Para algunas personas, tomar las riendas y la iniciativa puede ser muy sencillo ante ciertos ámbitos y no tanto ante otros.
Todo dependerá del riesgo que cada persona percibe con relación a la iniciativa a tomar.
Si eres de las personas que a veces toma iniciativas con naturalidad y a veces te cuesta trabajo, piensa en cuáles son las circunstancias bajo las cuales puede serte sencillo y en qué ocasiones puede serte difícil. Cuando identificas las situaciones, te será más fácil racionalizar los riesgos que puedes tener, pero lo más importante es que tomes en cuenta que todas las consecuencias que percibes, inicialmente están en tu mente y a veces, podrías no darte cuenta de que son inconscientes. Traer al consciente las posibles amenazas que conlleva tomar la iniciativa te ayudará a saber si son reales o si son asociaciones a experiencias pasadas.
Una vez que hayas identificado las circunstancias que te limitan a tomar la iniciativa, trata de realizar pequeños experimentos para superar tus inseguridades. Algunas acciones que puedes tomar para mejorar tu toma de iniciativas son:
- Conversar sobre los riesgos asociados con una persona que sea de tu confianza.
- Recabar información tangible sobre la iniciativa que tengas en mente.
- Proponer la iniciativa de tal forma que vayas tanteando las reacciones y llega hasta donde sientas comodidad. Seguramente, la próxima ocasión podrás dar un paso más grande.
- No esperes que el cambio suceda de la noche a la mañana. Retar nuestras experiencias es un proceso y requiere tiempo.
El llevar a cabo estas acciones, te permitirá validar si tus temores son ciertos o tal vez no tan ciertos. A veces, los riesgos son totalmente válidos y no se trata de que te avientes al vacío sin paracaídas. Observa detenidamente la situación, analiza las ventajas y las desventajas y diseña un plan a la medida que te ayude a ir tomando las acciones de tal forma que tu nueva experiencia no confirme las experiencias anteriores y regreses al mismo lugar de partida. Considera que cada avance te llevará a un siguiente nivel y no partirás de cero. Cuando vayas subiendo en la escalera de la confianza, haz un alto y celebra cada escalón. Ve tomando conciencia de que diste ese primer, segundo, o tercer paso. Disfruta el camino y continúa tomando iniciativas cada vez más grandes hasta que llegues al nivel que deseas.
Deseo que estas alternativas sean de utilidad para tu crecimiento personal y si tienes interés en trabajar y fortalecer tu toma de iniciativas, en HRTools, con gusto te podemos acompañar en el proceso.