Dadas las circunstancias del entorno empresarial actual, parece que el equilibrio en el liderazgo es hoy en día uno de los retos más ambiciosos por lograr. El ambiente requiere tanto dirección como delegación; acciones de corto plazo que también visualicen el largo plazo. Los líderes requieren contar con características que pueden ser contrarias entre sí.
Asimismo, el paso de los años nos ha demostrado que la exigencia es cada vez mayor; los cambios recurrentes derivados del desarrollo empresarial son más vertiginosos y aún así, es necesario mantener la calma ante la adversidad al mismo tiempo que cuidar de las relaciones interpersonales. Las relaciones han cobrado un valor superior con relación a los procesos de trabajo y la pregunta es… ¿cuánto es suficiente? Y, sobre todo, ¿qué es lo necesario para ser un buen líder que tenga balance entre el desempeño organizacional y las relaciones interpersonales?
Mente, cuerpo y corazón
Como seres integrales, los líderes requieren aprovechar al máximo “mente, cuerpo y corazón” para balancear sus decisiones y acciones al ejecutar su liderazgo. Con respecto a la “mente”, me refiero a un líder cuyas cualidades estratégicas le permitan analizar y mantener una visión general de la organización, identificando aquellas áreas esenciales para el crecimiento y la transformación, sin perder de vista las implicaciones en los aspectos tácticos de su función. Con respecto al “cuerpo”, me refiero a que sea capaz ejecutar las actividades o proyectos, planeando las acciones y dando seguimiento específico a su equipo para asegurar el resultado esperado. Sin embargo, “el corazón” va mucho más allá de las tareas, ya que se enfoca en la gestión de los colaboradores y en su importancia para atraer y mantener su compromiso con las metas. El líder debe, de corazón, mostrarles tangiblemente que le es importante tomar en cuenta la satisfacción y el bienestar laboral de sus colaboradores mediante la consideración, la empatía, la capacidad de escuchar, así como atender el desarrollo de los miembros de su equipo.
Recordemos que, como organización, es importante identificar las prioridades que permitan una transformación estratégica. Según un estudio de Mercer, 2014, el 42% de las organizaciones considera que les faltan fondos para el desarrollo de sus líderes, el 36% no lo considera un tema prioritario y el 14% declara que no son capaces de retener a los líderes una vez que los han podido desarrollar.
Cuida a tus equipos
Escuchar a los colaboradores alimenta de información a la mente, el cuerpo y el corazón de los líderes. Por ello, es importante escuchar a los colaboradores, cuál es su percepción y cómo se sienten trabajando hombro a hombro con su líder directo. Estudios de Hogan demuestran que al menos el 70% de las personas cambian de trabajo justamente por la dificultad que existe en la relación con su jefe inmediato. Con Hogan 360° no solamente integramos esa escucha de los colaboradores, sino también nos permite analizar, identificar y desarrollar cuáles son las habilidades esenciales para generar un plan de acción que nos permita trabajar en el desarrollo del líder, pero, sobre todo, integrar una consciencia estratégica a través de la retroalimentación y coaching.
Desarrollar a los líderes es cuidar a los equipos de trabajo, es mantener la lealtad de los colaboradores y escuchar sus verdaderas necesidades, pero principalmente, es mantener la parte humana del líder en equilibrio con el enfoque a los resultados. Simplemente, sin ser conscientes de nuestra oscuridad no podremos apreciar la luz.
Si tienes interés en recibir retroalimentación de tus colaboradores, jefes y otros grupos de interés, en HRTools podemos apoyarte para obtener información valiosa que te dará una medida relacionada con un benchmark de liderazgo global para que tu “mente” diseñe las acciones que tu “cuerpo” pondrá en marcha para elevar tu “corazón” a otro nivel.