Una investigación realizada por Boston Consulting Group presenta que, “las mujeres ganan alrededor de 80% de lo que gana un hombre. Sin embargo, las empresas fundadas por mujeres generan mayores ingresos (más del doble por dólar invertido) que las fundadas por hombres, lo que hace que las empresas propiedad de mujeres sean mejores inversiones para los patrocinadores financieros.”
La realidad es que, en el mundo del liderazgo aún continúa prevaleciendo la participación masculina, lo que pareciera indicar que las mujeres debieran “emular” algunos comportamientos masculinos para crecer en el ámbito profesional. Sin embargo, en nuestra base de datos, no hemos encontrado ningún patrón de personalidad que pueda distinguir a las mujeres de los hombres, por lo que, en nuestra práctica del desarrollo de talento, encontramos varios comportamientos comunes en mujeres líderes exitosas que no son tan comunes de encontrar en los líderes masculinos y que podríamos considerar diferencias de éxito:
1. Son conscientes de sus limitaciones y no sobreestiman sus capacidades.
Son humildes, lo que les permite reconocer sus errores, aprender de la experiencia y buscar alternativas de mejora o solución a los problemas incluyendo la retroalimentación y las aportaciones de las personas con las que trabajan, lo cual propicia un enfoque en el triunfo de la organización y no en un triunfo personal.
2. Son empáticas y no dan órdenes.
Sugieren y orientan, escuchan e interpretan los comportamientos de las personas con las que trabajan, lo que genera mayor compromiso con la organización de los colaboradores y los colegas.
3. Se enfocan en elevar las capacidades de quienes les rodean.
Propician el coaching, desarrollan a las personas con las que interactúan en el trabajo, miden el desempeño cotidiano y propician diálogos en los que escuchan y ayudan a las personas a encontrar las razones de sus éxitos y fracasos y les apoyan para encontrar vías de crecimiento.
4. Motivan a través de la trascendencia.
Buscan que las capacidades y motivaciones de las personas estén alineadas con el puesto actual o la carrera laboral futura. Buscan que las personas se realicen en su trabajo y encuentren un fin mayor, lo cual propicia un desempeño laboral superior.
Cabe destacar que también algunos líderes masculinos exitosos despliegan alguno o varios de estos comportamientos, pero también podemos confirmar que, en su mayoría, es muy frecuente observar estos comportamientos en líderes exitosas.