Conocer a las personas va más allá de ver su currículo o su expediente. Aquí es donde entran en escena las pruebas de personalidad Hogan Assessments, herramientas diseñadas para revelar cómo se comportan las personas cuando están en el escenario y presentan en su mejor versión, cuando se bajan del escenario o están bajo presión y los valores profundos que las motivan.
Si estás por responder una de estas evaluaciones, es normal que tengas dudas sobre lo que puedes esperar. A diferencia de otras pruebas psicométricas laborales, las pruebas de Hogan no buscan poner a prueba tus conocimientos técnicos, sino comprender tu estilo de personalidad, tus motivadores y los riesgos potenciales en tu comportamiento.
En esta cápsula te compartimos lo que tienes que saber de estas pruebas, cómo funcionan y por qué no hay manera de “engañarlas”.
¿Qué son las pruebas Hogan?
Desarrolladas por Hogan Assessments, estas evaluaciones tienen sus bases sobre más de cinco décadas de investigación en psicología de la personalidad; son reconocidas a nivel mundial y utilizadas en más de 180 países por su rigor científico y su capacidad para predecir el desempeño laboral. Se fundamentan en el principio de que la reputación, es decir, cómo otros perciben tu comportamiento, es el mejor predictor de desempeño futuro.
No se trata de tu autopercepción -identidad-, sino de tus comportamientos observables en los demás –reputación- en un entorno laboral.
Lo que hace que estas pruebas sean tan valiosas (y confiables) es su robusto respaldo científico: más de 1,650 estudios alrededor del mundo que demuestran su validez predictiva, precisión estadística y ausencia de sesgos adversos, lo que las convierte en herramientas justas, objetivas y éticas para la selección y el desarrollo de personal.
Hoy son utilizadas por 75% de las empresas clasificadas en Fortune 500, así como por empresas de diferentes tamaños e industrias para identificar talento, desarrollar líderes y tomar decisiones estratégicas en la gestión de capital humano.
Hogan no mide conocimientos ni experiencia; mide personalidad.
El primer punto clave es comprender que las evaluaciones Hogan no tienen respuestas correctas o incorrectas. No se trata de un examen académico ni de una prueba de habilidades técnicas. En cambio, se enfocan en describir tu manera de comportarte, interactuar y responder en diferentes contextos laborales.
Por ejemplo:
- Frecuentemente hago las cosas impulsivamente.
- La gente piensa que no soy conformista.
- A veces me gusta ir en contra de las reglas.
Ninguna de las respuestas a estas afirmaciones es “mala” o “buena”; simplemente reflejan tu manera única de trabajar y de relacionarte. El valor de Hogan Assessments radica en mostrar cómo tu perfil puede ajustarse mejor a ciertos tipos de puestos, equipos y culturas organizacionales.
Conformada por tres inventarios
El assessment de personalidad Hogan evalúa tres dimensiones de la personalidad que se complementan entre sí:
- 1. El lado brillante (HPI): Lo que haces cuando estás en tu mejor momento. Los comportamientos que muestras para conseguir lo que deseas. Evalúa comportamientos adaptativos y fortalezas cotidianas que favorecen el rendimiento laboral. Se basa en el modelo de los ‘Big Five’, adaptado para entornos profesionales.
- 2. El lado oscuro (HDS): Cómo te comportas cuando estás en confianza o bajo presión; tus posibles factores de riesgo profesional. Detecta comportamientos que pueden sabotear el desempeño profesional bajo estrés o presión, lo que permite anticipar posibles riesgos en el desarrollo profesional.
- 3. El interior (MVPI): Tus motivaciones, valores y preferencias. Qué es lo que te hace levantarte de la cama todos los días. Explora los valores fundamentales y motivaciones que impulsan tu comportamiento, y ayuda a comprender cómo estos se alinean con una organización o rol específico y la forma en la que tu liderazgo moldea la cultura.
Al evaluar la personalidad labora desde estos tres ángulos, la prueba aporta una visión integral de lo que eres capaz de ofrecer en el trabajo, cómo manejarás el estrés y el conflicto y cómo te adaptarías al puesto, y claro, a la cultura organizacional.
¿Cómo funcionan las pruebas Hogan?
Las evaluaciones Hogan consisten en ítems o afirmaciones simples, como, por ejemplo, “disfruto actuar frente a una audiencia” o “la lealtad hacia mi jefe es importante”. Los participantes indican su nivel de acuerdo usando una escala de cuatro opciones: totalmente de acuerdo, de acuerdo, en desacuerdo y totalmente en desacuerdo.
Los resultados se comparan con una muestra global representativa, generando puntuaciones percentilares. Estas pruebas están diseñadas para ser rápidas (15–20 minutos cada una), accesibles en más de 50 idiomas, con puntuación y reportes casi inmediatos. Más de 13 millones de personas, en 180 países, han respondido las pruebas de Hogan.
¿Se puede “engañar” a las pruebas Hogan?
Una de las preguntas más comunes es: ¿cómo puedo contestar para verme mejor? La respuesta es: no es posible. Hogan Assessments está diseñado para detectar inconsistencias en las respuestas y patrones de deseabilidad social (cuando una persona intenta mostrarse como “ideal”).
Aún y cuando tengas cierto conocimiento de lo que se esperaría buscar en un perfil de personalidad para una posición que te sea familiar, puede haber aspectos que la organización requiera con mayor énfasis o ser no deseables. Esta información la desconoces, por lo que tus esfuerzos por lucir lo que para ti es importante, puede ser contrario a lo que la organización está buscando. Así que, el mejor camino es procurar responder de una forma natural.
Al tratar de manipular las respuestas, puede suceder lo siguiente: a) lo más probable es que termines mostrando un perfil poco coherente. Esto puede generar un resultado inválido de tu informe y restar credibilidad a tu participación o mostrar con mayor intensidad tus características reputacionales. Es decir, ser aún más evidente en tus comportamientos, lo cual puede restar el grado de adecuación al puesto al que estás postulando.
Las empresas que tienen experiencia en el uso de Hogan saben que la perfección no existe, y más bien se enfocan en encontrar un perfil auténtico que encaje de la mejor forma con las necesidades de un puesto y una cultura específica. Un intento de “engañar” solo te aleja de la posibilidad de encontrar un trabajo o lograr una promoción donde realmente puedas destacar.
Cómo prepararte para responder Hogan
Responder Hogan no requiere estudiar, repasar ni practicar. La mejor preparación es estar relajado y ser honesto. Algunas recomendaciones son:
- Dedica tiempo y tranquilidad: busca un espacio sin interrupciones.
- Responde con naturalidad: no pienses demasiado cada respuesta, confía en tu primera reacción.
- Sé consistente: recuerda que los cuestionarios detectan incongruencias; responder de manera auténtica es lo más efectivo.
- No intentes adivinar lo que “espera” la empresa: tu perfil único es lo que te hará destacar en el lugar correcto.
¿Por qué muchas empresas utilizan las pruebas Hogan en la selección y desarrollo de talento?
- Predicción confiable del desempeño futuro.
- Equidad y ausencia de sesgos como edad, género, religión, orientación sexual, etc.
- Reducción del riesgo de rotación.
- Mejora de la eficiencia de los procesos de selección, coaching para el desarrollo e incluso outplacement.
Los estudios de Hogan han demostrado que los rasgos de personalidad predicen de manera confiable el desempeño laboral, la satisfacción de los equipos y la efectividad del liderazgo. Por eso, organizaciones líderes en todo el mundo lo utilizan como estándar.
En lugar de centrarse en la foto de un momento (como una entrevista puntual), Hogan muestra patrones estables de tu forma de ser que se mantienen en el tiempo. Esto da mayor confianza a las empresas.
En HRTools, como distribuidores autorizados de Hogan Assessments, creemos que el diagnóstico es la clave para liberar el potencial de las personas y construir equipos de alto desempeño. Las pruebas Hogan son más que evaluaciones: son un puente entre reputación, autoconocimiento y desempeño.
