Tener flexibilidad, apertura a las ideas de otras personas, tomar riesgos calculados y corregir el rumbo de forma inmediata cuando las soluciones no funcionan como se esperaba; así como aceptar los errores propios son aspectos fundamentales para un líder que toma decisiones en un entorno VUCA.
En contraste, Francisco de La Rochefoucauld, escritor, aristócrata, militar, poeta, político, y filósofo francés del siglo XVII, conocido por sus máximas, expresa que “No hay personas que se equivoquen con mayor frecuencia que aquellas que no admiten que están equivocadas.” Este es el caso de los líderes cuya personalidad tiene un alto puntaje en la escala de Arrogancia en el Inventario de Desarrollo de Hogan. Estos líderes exhiben una constelación de comportamientos que pueden incluir confianza, ambición, altos niveles de energía, dominio, competitividad, empoderamiento, arrogancia, impulsividad y autopromoción.
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La base de datos de HRTools (2024) demuestra que el 23% de una muestra de 7,513 líderes tienen una calificación de alto riesgo (arriba de 90/100) en la escala de Arrogante en el Inventario de Desarrollo de Hogan y el 29% tiene una calificación de riesgo (arriba de 70/100), lo cual demuestra que el 52% de los líderes mexicanos tienen propensión a abusar de sus fortalezas con relación a la arrogancia. En contraste, en una población mundial de líderes de 174,000 líderes de 180 países excluyendo México, solo el 13% muestran una calificación de alto riesgo (arriba de 90/100), mientras que solo el 19% tiene una calificación de riesgo (arriba de 70/100).
Los líderes con un alto nivel de arrogancia pueden encontrar el desarrollo bastante desafiante porque a menudo no quieren o no pueden ver los aspectos destructivos de su comportamiento. Este patrón se convierte en un problema mayor cuando los comportamientos del líder provocan resentimiento en otras personas o cuando llevan a sus subordinados a involucrarse en actividades imprudentes y no reconocen su responsabilidad sobre los resultados de sus decisiones.
El valor de un liderazgo humilde es difícil de ser valorado por un líder arrogante, ya que es opuesto a lo que en gran medida lo ha llevado al lugar en el que se encuentra. Sin embargo, la adaptación a las circunstancias y a las necesidades de un entorno VUCA, presentan oportunidades para ayudarles a reconocer que más de lo mismo, no los llevará a un lugar ideal.
Una forma de coachear a este tipo de líderes, al menos inicialmente, es ayudarlos a centrarse en utilizar comportamientos apropiados que conduzcan al éxito y al reconocimiento que estos líderes sienten que merecen. Además, al incorporar preguntas de autorreflexión, estos líderes pueden llegar a comprender mejor las consecuencias de los comportamientos muy arrogantes.
Algunas técnicas que pueden apoyar el desarrollo del líder podrían ser:
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- Practicar la planeación sobre situaciones hipotéticas.
- Ensayar cómo dar retroalimentación constructiva si las cosas no van bien.
- Ensayar cómo darle palmaditas en la espalda a la gente si las cosas van bien.
- Identificar las formas en que el uso del refuerzo positivo con otros puede generar compromiso y entusiasmo.
- Ayudarle a pensar en cómo al admitir algunas vulnerabilidades o incertidumbres puede hacer que el líder sea más apreciado.
- Invitarle a observar cómo los mejores líderes reparten el crédito del éxito entre los demás, pero cargan los fracasos sobre sus propios hombros.
Otras recomendaciones que podrían tomar los líderes para mitigar los impactos de su arrogancia serían continuar siendo un modelo por su actitud positiva ante los retos y los problemas; dejar de comprometerse de más y culpar a otros cuando los proyectos o planes fallan y empezar a compartir el crédito con su equipo por los éxitos logrados.
Si reconoces la oportunidad de apoyar a algún líder de tu organización que requiere aumentar su autoconsciencia y desarrollar comportamientos distintos, en HRTools podemos ayudarte mediante una evaluación y un programa de coaching para tu talento.